En Chile, cerca del 80 % de los niños diagnosticados con cáncer sobrevive, un logro extraordinario fruto del trabajo médico, las políticas públicas y el compromiso social. Sin embargo, esta buena noticia oculta una realidad menos visible pero igual de urgente: cuatro de cada cinco sobrevivientes enfrentan secuelas físicas, emocionales, cognitivas o psicosociales. Un 30 % de ellos padece consecuencias severas que limitan gravemente su calidad de vida. Esto quiere decir que la enfermedad no termina cuando finaliza el tratamiento específico del cáncer.
La rehabilitación integral no puede seguir siendo vista como un complemento opcional, sino como parte esencial del tratamiento. Hoy sabemos, gracias a estudios recientes, que el 70 % de los jóvenes reporta importantes secuelas emocionales, y más del 50 % complicaciones endocrinas o neurocognitivas, entre otras.
Sobrevivir no basta. Necesitamos una política pública clara que garantice la rehabilitación oncológica infantil como un derecho.
Dra. Marcela Zubieta
Presidenta Fundación Nuestros Hijos
